jueves, 26 de enero de 2012

ESTUDIO DE CONCORTV REVELA QUE EN EL PERÚ SE EMITEN MÁS DE 200 SPOTS PUBLICITARIOS DE ALIMENTOS NO SALUDABLES AL DÍA

El Consejo Consultivo de Radio y Televisión (CONCORTV) elaboró un estudio sobre el análisis de la publicidad de alimentos no saludables en la televisión peruana, tomando como información el registro de avisos publicitarios emitidos en los principales canales de televisión de señal abierta en los meses de enero, febrero y marzo de 2011, fechas  que coincide con las vacaciones escolares y en la que los niños cuentan con más tiempo libre.
El objetivo fue identificar los alimentos no saludables que se anuncian en la televisión peruana y medir su impacto, nivel de inversión y uso de técnicas publicitarias para comunicar sus beneficios, frente a la reciente preocupación por el incremento de la obesidad en el Perú.
Entre los principales resultados se encuentran que se emiten más de 200 spots publicitarios al día de alimentos no saludables, como son los fastfood, gaseosas, caramelos, chicles, entre otros. Asimismo, el 39% de los spots de alimentos vistos por niños de 11 a 17 años son de alimentos no saludables.
En cuanto al tiempo de exposición, se emitieron 42 horas de spots publicitarios de alimentos no saludables al mes, de los cuales más de la tercera parte (36%) se difundieron en programas dirigidos a niños.
La inversión publicitaria en alimentos no saludables también resultaron reveladoras: se han invertido más de 11 millones de dólares mensuales en spots de alimentos no saludables, de las cuales 3 millones se invirtieron en los programas más vistos por niños de 11 a 17 años.
Análisis cualitativo
Al realizar un análisis más profundo de los 212 spots publicitarios de alimentos emitidos entre enero y marzo de 2011, se puede destacar que la presencia de niños y adolescentes (40%) supera al de los adultos (29%). Asimismo, el 94% de los spots no promueven la actividad física.
Finalmente, las principales técnicas de persuasión utilizadas en la publicidad para vender productos no saludables y poco saludables son el uso de narrativas o historias fantasiosas (31%), la apelación al antojo (19%), la presentación de actividades de promoción (18%), el uso de música de forma protagónica (16%) y la asociación con dibujos animados o héroes (11%).

jueves, 12 de enero de 2012

El periodista y su marca ante la sociedad

Ryszard Kapuscinski es posiblemente uno de los grandes periodistas del siglo XX, licenciado en Historia su prestigio como periodista ha sido reconocido incluso con el premio príncipe de Asturias, Colaboró con Time, New York Times, sus grandes obras como ‘Imperio’ relato antológico de la decadencia de la Unión Soviética son obras culmen del periodismo moderno.
Jayson Blair es conocido por haber puesto en jaque la credibilidad del New York Times, quizás el periódico más prestigioso de todos los tiempos. Este Periodista se inventó entrevistas y plagió más de 70 elaboraciones en junio de 1999 cuando comenzó a trabajar en ese periódico.
La reputación de una periódico, una marca, se forja a lo largo de su historia y cae en solo unas horas, también la de un colectivo, Jayson Blair y Ryszard Kapuscinski eran periodistas, sus acciones conforman la imagen del periodismo, la marca ‘Periodista’, la que genera reputación social y cultural a una profesión y la que genera descrédito entre la sociedad.
El mismo Kapuscinski escribió ‘Estamos viviendo dos historias distintas: la de verdad y la creada por los medios. La paradoja, el drama y el peligro están en el hecho de que conocemos cada vez más la historia creada por los medios de comunicación y no la de verdad’.
Los medios de comunicación y los periodistas con sus hechos son responsables de la imagen y la reputación que tienen en la sociedad, y en ocasiones con su dejación de funciones, la construcción de la marca del periodismo se construye desde todos los ámbitos de la profesión, desde un becario precario, un redactor mal pagado, una estrella del periodismo o el director de un medio con amplia influencia en un gobierno. No todos ejercen la misma fuerza en la marca ‘Periodista’ pero cada artículo honesto o malintencionado, cada versión global o incompleta, y cada sueldo justo o precario influye en la percepción que la sociedad tiene de la profesión.
Los casos de precarización y abuso laboral que se han puesto de manifiesto estos días, provocan que la mala praxis sea una práctica habitual, además de desprestigiar desde dentro el mundo del periodismo, todo esto contribuye a empeorar la calidad del trabajo periodístico, y por ende, la imagen de la profesión.
Existen profesiones en la sociedad que funcionan como marcas de prestigio para el que las desarrolla, los bomberos y los médicos son algunas de ellas, los actos o los ataques han convertido a otras en proscritas, decir que eres controlador es sinónimo de desprestigio personal y casi marginación. El periodismo tiene su imagen, como el resto de profesiones.
Según el último informe anual de la profesión periodística de la Asociación de la Prensa de Madrid es una profesión que está bien percibida por el 38,6% de la sociedad, solo ese porcentaje considera su imagen como un valor intangible. El periodismo tiene en la ciudadanía el stakeholder principal, si la credibilidad ante ellos cae, cae el negocio y la profesión.
Cuándo el 15M se levantó, los medios de comunicación y los periodistas eran uno de los objetivos prioritarios en sus protestas, las proclamas sobre manipulación y los intentos de veto a ciertos medios y periodistas para realizar su trabajo ponían de manifiesto la existencia de esa mala imagen que el sector tiene en parte de la sociedad.
La construcción de la marca ‘Periodista’ es un trabajo que se realiza día a día con la labor cotidiana, en la calle y en los medios, televisiones, prensa, digitales, radios, blogs.
El periodismo está en un entorno hostil si no reacciona adecuadamente ante las nuevas oportunidades. Las tecnologías y las redes sociales pueden hacer pensar a la sociedad que no son necesarios e incluso que son perjudiciales para informarse adecuadamente. El mundo del periodismo debe comunicar mejor para mejorar la percepción de la profesión en la sociedad, conseguir que sus stakeholders prioritarios, los ciudadanos, que consideran el periodismo una profesión con buena imagen aumenten mucho más que el 38, 6% actual.
Y la única manera de comunicar mejor el periodismo, es cuidando el producto, el periodismo. (Fuente: http://bit.ly/t76b8j)

viernes, 6 de enero de 2012

Tv Perú y Radio Nacional al servicio de “todos los peruanos”

Es una buena señal y una excelente oportunidad que no ha dejado pasar el presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés. Visitó las instalaciones de Tv Perú y Radio Nacional para conocer ·in situ” la actual situación que tienen ambos medios del Estado a pocos días que conmemoren sus aniversarios de creación.
Durante su dialogo con los ejecutivos y trabajadores de las diversas instancias del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP),  Valdés Dancuart, aseguró que Tv Perú y Radio Nacional, "no estarán al manejo de un partido, sino de todos los peruanos" y adelantó que se está constituyendo una comisión multisectorial con gente experta en temas de radio y televisión.
Hizo un llamado a que todos los peruanos nos pongamos esto al hombro para tener un medio de comunicación que pueda estar a la altura no solo de los medios privados sino del exterior.
Según dijo, "hay por ejemplo en Canal 7 (Tv Perú) una cobertura extraordinaria que debe ser explotada adecuadamente para que todos los peruanos estén bien informados". Refirió que la intención es que nuestros medios de comunicación den cultura e información, estando al nivel de los mejores medios del mundo.
Esta reafirmación del gobierno de haber una verdadera televisión y una radioemisora pública es una clara voluntad y demostración que así será en los próximos años en lo va de este régimen. Ojalá sea así pues los beneficiarios seremos los peruanos porque tendremos medios de comunicación potentes, con una atractiva programación informativa, educativa y cultural.
No solo me refiero al canal sino a Radio Nacional y Radio La Crónica que están "abandonados" de una inversión para renovar cada uno de sus equipos de transmisión, sus antenas y con mayor razón sus filiales de todo el país.
A propósito de la transferencia de IRTP a la presidencia del Consejo de Ministros, hace poco el historiador Nelson Manrique escribió un artículo de opinión en el diario La República bajo este título: “Cuando me dicen verdad saco mi pistola” y lo reproducimos por su interés porque toda propuesta o idea siempre es bienvenida cuando la meta es hacer de Tv Perú un canal competitivo y de calidad.
“El final del 2011 combinó declaraciones públicas como para llenar el ojo con decisiones discretamente sombreadas.
El 31 de diciembre se anunció que el 2012 será el “Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de Nuestra Diversidad”, lo que, según los fundamentos publicados, significaría que “el fortalecimiento de la tolerancia, diálogo social, reducción de la desigualdad, respeto y promoción de la diversidad interregional constituyen pilares fundamentales de las acciones encaminadas a una mayor integración de la sociedad”.
En la sombra, el 29 se anunció la transferencia de TV Perú (Canal 7), Radio Nacional y Radio La Crónica del Ministerio de Cultura a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), “para repotenciar el canal del Estado”.
Teóricamente, la función de estos medios controlados por el Estado es “ejecutar actividades y acciones a nivel nacional de difusión de contenidos educativos, informativos, culturales y de esparcimiento… desarrollar acciones de producción, emisión y difusión de programas de radio y televisión con el fin de promover las expresiones multiétnicas y pluriculturales de la Nación”.
Salvo que alguien demuestre lo contrario, el lugar natural para cumplir esta agenda es el MinCult, del cual dependían hasta aquí. No hay argumento técnico que justifique transferirlos a la PCM, y la razón que se esconde detrás de esta decisión es entregar el control de los medios del Estado al premier Óscar Valdés. Conociendo cómo entiende este el diálogo con los movimientos populares que se oponen a iniciativas gubernamentales, especialmente en el conflicto entre la minería y los movimientos sociales de defensa del medio ambiente, no parece que bajo su dirección estos medios serán usados para promover “el fortalecimiento de la tolerancia y el diálogo social”, ni que debamos esperar una ola de estrenos en TV Perú para “promover las expresiones multiétnicas y pluriculturales de la Nación”. Para ubicar en qué dirección marchamos es bueno recordar que entre las expectativas que despertó la elección de Ollanta Humala estaba la de que César Hildebrandt pudiera por fin volver a la TV, sin tener que arrodillarse ante los intereses de los grandes grupos empresariales que controlan los medios.
¿Y la libertad de prensa? Ese mismo día, un informe publicado por Roberto Bustamante en su blog aportó información imprescindible para entender cómo va la relación entre los medios y el poder (“Cuánto ganan los medios en el Perú”, 29/12/11, http://bit.ly/udEPKb). De acuerdo con la información que Bustamante consigna, hay 5 grupos empresariales que han recibido más de 10 millones de soles de ingresos provenientes del Estado en el 2011: en ese orden, El Comercio, América TV, los grupos RPP y ATV y Frecuencia Latina, mientras que en ese mismo año han recibido 1,4 millones o menos La República, Panamericana TV y Caretas. El caso del grupo El Comercio es especial, pues el 2011 ha ganado 26 millones de soles gracias a 80 contratos suscritos con el Estado, que incluyen varios millones por impresión de materiales educativos para el Ministerio de Educación. Si se consideran los ingresos de El Comercio y América TV (de la que el grupo EC es accionista mayoritario) entre el 2005 y el 2011, estos han recibido 181,7 millones de soles. Como elemento de comparación, el grupo LR obtuvo alrededor de 12,9 millones y la revista Caretas 2,2 millones.
Ahora puede entenderse la lógica de decisiones empresariales que aparentemente no tienen ninguna lógica, como la de despedir a los periodistas de mayor credibilidad y más alto rating. Cuando el negocio no está en buscar la verdad sino en no incomodar al poder de turno, no convienen los buenos periodistas, a los que se reconoce precisamente porque su oficio es traer podridos a los que están arriba, como debe recordar Alan García, quien usó el dinero de nuestros impuestos para deshacerse de ellos.
Así es cómo la libertad de empresa suele usarse como la mejor arma para asesinar a la libertad de prensa. Así concluye esta opinión de Manrique.