sábado, 13 de octubre de 2012

Unas horas en Huancayo

Hace muchos años no había retornado a Junín  Una región cálida, hospitalaria y cuyas geografías me hacen recordar mi tierra: Callejón de Huaylas.
A seis horas de Lima en bus y a cuatro horas en auto, Huancayo es una ciudad pujante y progresista a pesar de los problemas que siempre tienen los pueblos del interior del país
Fue un viaje “relámpago” por un compromiso de amistad  a una persona que le estimo mucho y a fin de participar en un conversatorio sobre la labor periodística, organizado por el Gobierno Regional.
El evento permitió intercambiar conocimientos y nutrirse de las inquietudes que tienen los comunicadores de esa zona, un denodado trabajo que realizan cada uno de ellos en sus medios de comunicación y que muchos de ellos son líderes de opinión tal como hicieron una observación al comentar la encuesta de la revista Debate que cada año elige a periodistas líderes de opinión.
Pues tienen toda la razón. Un periodista que trabaja en Lima,  por más imagen y credibilidad que tenga,  no tiene la misma consideración en los distritos y provincias. De eso estoy convencido como buen provinciano que soy y testigo desde mis años de educación secundaria en Huaraz y de los múltiples viajes a otras zonas,  que un comunicador del lugar siempre se constituye en la voz de su comunidad y cautiva la confianza mientras trabaje con ética y responsabilidad.
Una clara muestra de ello es que muchos llegaron a cargos públicos o al Congreso de la República: aunque algunos hayan decepcionado por su labor.
Es decir,  esto nos demuestra de la alta responsabilidad que tenemos los periodistas y en especial quienes trabajan en medios locales o comunitarios  para ir generando corrientes de opinión para fiscalizar a nuestras autoridades y encauzar a nuestros lectores, oyentes, televidentes y cibernauticas por las sendas del desarrollo y el progreso.
Una mayor responsabilidad con la comunidad porque ahora ellos tienen mejores opciones para estar mejor informados por la inmediatez de las redes sociales como las páginas web de los diarios, emisoras, el twitter, facebook, entre otros que nos permite la tecnología digital a pesar del déficit existente de las personas que tienen acceso al Internet,
Igualmente, están los canales de televisión noticiosa nacional e internacional y las radioemisoras como RPP que están a disposición de las familias para estar enterados de lo que sucede a cada instante.
Lo que siempre y seguiré condenando es la práctica  ilegal y con excesiva irresponsabilidad del periodismo. Eso se da mucho en las provincias. El hecho de tener un espacio radial, televisivo o un diario no significa ir en contra de las autoridades sin pruebas que demuestren que ese presidente regional, alcalde, regidor u otro funcionario haya cometido irregularidad o este inmerso en actos de corrupción.
Para ello está el manejo de nuestras fuentes de información que nos permita primero cruzar y cotejar la versión antes de emprender una campaña feroz contra una autoridad que después resulta inocente, pero la honra ya está dañada. Apuesto por un periodismo ético, serio y responsable que no se deje amedrentar por cualquier poder político y económico.