sábado, 17 de agosto de 2013

Género musical más escuchado en población limeña

El 17% de la población de Lima encuestada por Ipsos Perú escuchan la cumbia, mientras el 16% sintoniza para oír música romántica, en especial las  baladas frente a un 13% que escucha salsa y merengue.

El informe realizado entre las personas de 12 y 70 años de todos los niveles socioeconómicos, entre el 19 de Abril y el 12 de mayo, revela además que 9% sintoniza las emisoras por Reggaetón, el 7% por Pop&rock en general y 6% se inclinan por el folklore andino, música del recuerdo en español y rock en español.

Otra de las muestras de este estudio, también se refiere a las radios seguidas a través de las redes sociales. En ese sentido, Moda alcanza 27%, Studio 92 y Radioprogramas con 18%, la Zona 17% y Okey con 11%, respectivamente. Pero, el documento advierte que para la gente aún no es muy común visitar las páginas Web y que los géneros musicales que escucha con mayor frecuencia son las baladas, la salsa/merengue y la cumbia.

La mayor parte de los encuestados, indica que escucha igual radio que antes y la emisora más recordada sigue siendo RPP.

Asimismo, las personas suelen escuchar radio durante las mañanas, generalmente en su casa, pero que en forma constante cambia de emisora.

Otro aspecto importante y que debe preocupar a los publicistas es que el radio escucha no le presta atención a la tanda comercial mientras que la información, el humor y la creatividad son los atributos que más le agradan en un comercial.

Esta encuesta nos reafirma que NUNCA la radio será desplazada por más tecnología que avanza, porque es parte de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestros momentos de alegría y nostalgia. Siempre está en cada instante de nuestras vidas y así seguirá perdurando en todas las generaciones de ayer, de hoy y de mañana.  (Fuente: http://www.ipsos-apoyo.com.pe/Habitos_usos_y_actitudes_radio_2013)

sábado, 10 de agosto de 2013

Periodista "deshumanizado" con el dolor ciudadano


El periodismo nos pone indiferente e insensible ante las tragedias con el pasar de los tiempos. Lo digo con esa dureza al constatar día a día la cantidad de casos que uno observa, escucha, lee o recibe las llamadas telefónicas en la oficina.

Realmente uno que ha pasado por el reporterismo y ha vivido de cerca con el dolor y el drama de las familias ya sea en accidentes de tránsito, incendios, terremotos,  no solo se ve impotente al no poder atender a esa clemencia y llamado de solidaridad, sino que va asimilando que todo esto es parte del trabajo y la vida diaria, como seguramente sucederá a los médicos y otros profesionales.

Esto no significa que no tenga sentido humanitario, ni solidario, sino que uno es consciente que los medios de comunicación tienen sus propias características y necesidades informativas y como un trabajador más no tiene todas las facultades para dedicarse a solucionar o atender pedidos de la ciudadanía que confían encontrar una solución a sus emergencias del momento.

La sensibilidad es constante porque uno no puede cerrar los ojos ante una tragedia y dolor ciudadano.  Uno trata de canalizar algunas solicitudes a las instituciones o contactos correspondientes, pero lo hacemos por compromiso y para no quedar como insensibles ante las personas que nos buscan.

Cubrimos la tragedia y lo acompañados unas ediciones más, pero después pasa al olvido, pero la familia sigue con su dolor y clamando por una justicia o atención a sus necesidades. Sigo preguntándome acerca de la percepción que tendrán estas personas acerca del periodista deshumanizado por el dolor ciudadano. 

Esta última parte me lleva a pensar y reflexionar del trabajo diario que realizamos, teniendo en consideración que toda la información es un bien ciudadano y nos debemos a ellos por su audiencia o lectoría.

jueves, 1 de agosto de 2013

Fusión: Nueva etapa y retos para los medios de comunicación limeña

Desde hace algunos meses somos testigos de la fusión existente en diversos medios de comunicación, especialmente en la televisión limeña.

No es novedad, ni tampoco debe extrañarnos porque vivimos en un mundo globalizado y el avance constante de la tecnología, a pesar que eso pueda conllevar a dejar a muchos colegas en el desempleo, como ha sucedido  con estos reacomodos.

Hay que considerar que estos cambios eran previsibles desde la década de los ochenta con la aparición de las nuevas tecnologías y la transformación económica, política y cultural de nuestros pueblos que ahora gozan de los beneficios que nos brinda la fibra óptica, la televisión por cable, las antenas parabólicas y las múltiples ventajas que nos ofrece el Internet.

Además, los empresarios de la televisión y la radio tienen todo el derecho de optimizar su recurso humano, económico y técnico, con la finalidad de mejorar su nivel de contenido periodístico y por ende satisfacer las expectativas del público.
Las fusiones se dieron en América Tv con canal N, ATV con ATV+ y la plataforma de RPP y RPP televisión.  Por ello, ya nos estamos acostumbrando a mirar los rostros representativos en doble pantalla, una pantalla que puede ir desgastando a la larga sí hay una sobre exposición de sus conductores.

Lo curioso de esta transformación es que los conductores de la señal de cable se mantienen como antes a cambio de los personajes de la señal abierta que han copado diversos horarios conduciendo programas de entrevistas o presentando las noticias.

Un claro ejemplo de ello se observa en la pantalla de Canal N en la que sólo nos falta ver a Federico Salazar.

Esta situación amerita una reflexión porque existe el peligro que uno de los medios fusionados pueda perder su identidad y liderazgo logrado durante su existencia de años y trabajo minucioso para captar el interés de sus televidentes.

En ese sentido, la plataforma de RPP trata de mantener algunas de sus voces en la señal radial y no hace una sobre exposición de sus líderes de opinión, como su director, Raúl Vargas o su conductora Mariela Balbi, excepto de otros que sí aparecen en la televisión.