domingo, 24 de febrero de 2013

Medios de comunicación ante el reto de crear espíritu transformador de la sociedad

Ningún ciudadano puede ser indiferente a la ola delincuencial que vive Lima y otras ciudades de nuestro país. Todos repudiamos. Personalmente, no solo siento una gran pena y dolor por la muerte de personas inocentes, como el fotógrafo Luis Choy, sino que condeno con toda mi energía y hago plegarias al altísimo por su eterno descanso y al mismo tiempo que siempre Dios le cuide y le de muchas bendiciones a su hija.

Pero, de inmediato me viene a la mente la siguiente pregunta: ¿Qué estamos haciendo desde nuestras trincheras: los medios de comunicación?. Seguramente no somos quiénes decidimos la política informativa de día a día, pero creo que estamos en la posibilidad de introducir algunos cambios de tratamiento contra estos hechos de violencia y delincuencia.

Más allá del deber de informar, creo que vale la pena mirar lo que está sucediendo y lo que nos están entregando los noticieros televisivos, radiales, escritos y las diversas redes sociales. Lamentable la mayoría de nuestros medios, especialmente los televisivos muestran una tendencia a generar escándalo y lucrar con el drama,  tal como ha sucedido con la difusión del vídeo del asalto a una notaría en Surquillo.

Eso no significa que esté por ocultar o silenciar esas imágenes. No. Solo pido mejor manejo y consideración que detrás de las pantallas están menores de edad. ¿Qué buscamos?. Generar miedo y terror o dejar en la mente de los niños como un delincuente asesina a balazos a una persona. Creo que eso no es nuestro objetivo para quienes estamos trabajando en un medio de comunicación.

Considero que nuestro deber y compromiso es que los programas noticiosos de televisión y de radio deben promover corrientes a la reflexión. ¿Porqué está ocurriendo y cómo podemos evitar?.Es decir, espacios de reflexión y no simplemente quedarnos solo en el escándalo y el terror.
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Hoy más que nunca la televisión debe crear programas de análisis y de orientación con la activa participación de la población a través de llamadas telefónicas o consultas por las múltiples alternativas que nos ofrece el internet, La televisión debe constituirse en un eje de transformación y posibilidades de cambio contra la criminalidad como sucede en algunas naciones vecinas. No todo debe ser sangre y violencia. Se requiere compromiso empresarial por una cruzada nacional.

Una cruzada que involucre a todos los medios, especialmente al canal y la radio del Estado, para  colaborar con las autoridades en la lucha contra la delincuencia.

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