jueves, 13 de febrero de 2014

Nostalgías y recuerdos con motivo del Día Internacional de la Radio

Nunca dejaré de escuchar la radio. Lo hago desde que vivía en mi pueblo ubicado en el Callejón de Huaylas sin saber que después sería parte de mi vida lleno de muchos recuerdos buenos y malos desde las radioemisoras en las que tuve la fortuna de trabajar. Yo diría muchas satisfacciones.

Era sorprendente sintonizar en el receptor de mi padre las emisoras nacionales y extranjeras en Onda Corta y Amplitud Modulada. Era apasionado de escuchar nítidamente radios ecuatorianas, colombianas, Radio Francia Internacional, La Voz de América, La Habana, entre otras señales en horas de la madrugada o en la noche con una optima calidad.

Y entre las emisoras nacionales, siempre estaban Unión, Sol, Agricultura y Nacional. Más que las noticias y la música, siempre me interesaba escuchar las transmisiones deportivas. En aquellos momentos aún no llegaba la señal de televisión a capital de Ancash y por ende a los pueblos del Callejón de Huaylas. Recién en 1978, los huaracinos vieron realidad la señal de televisión en sus hogares.

De esta manera me fui incorporando al mundo de la comunicación radial, pero no estaba dentro de mis planes dedicar gran parte de mi vida a la radiodifusión, pues confieso que al concluir mi educación secundaria migre a la capital peruana, con la intención de estudiar Agronomía o Agrícola en la Universidad Nacional Agraria - La Molina o retornar a Huaraz para estudiar en la recién creada  Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.

Pero, en circunstancias que me preparaba en la academia La Sorbona, por cosas que nunca llegue a entender terminé postulando al entonces Instituto de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Abandoné mis pretensiones agrarias, pese a la oposición de mis padres hasta por dos años consecutivos, para involucrarme en el mundo de las comunicaciones y estudiar periodismo; especialidad que nunca me interesó durante mis estudios secundarios, excepto escuchar radios y leer diarios. Nunca escribí ni me interesé por el periódico mural de mi colegio: Mariscal Toribio de Luzuriaga.

La verdad que quedé impactado al iniciar las primeras clases de periodismo al encontrarme en el salón de clase con muchas voces que lo identificaba por mi pasión radial. Pues se trataba de narradores y comentaristas deportivos. Ahí estaban Dennis Vargas, Requena, un extraordinario narrador del automovilismo, entre otros destacados profesionales, pero  por coincidencia buscaban especializarse en periodismo deportivo.

En fin ya estaba dando mis primeros pasos en el periodismo y desde ese momento vivo apasionado y comprometido con esta labor periodística a pesar de algunas dificultades que no faltan como todo en la vida; pero diría que hay mas satisfacciones. Un breve testimonio personal con motivo de celebrarse cada 13 de Febrero el Día Internacional de la Radio, una ocasión para seguir reflexionando sobre la labor que cumplen los medios de comunicación radial. Una labor que vemos complicada en muchas regiones, como Venezuela.










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